—«Un brivón despiadado –dijo–, libidinoso, peligroso, cruel». Es cierto. No soy mejor que tú. Peor. Pero, ante Dios, nunca me cobré seiscientas vidas.Las estrellas, mi destino, Alfred Bester (trad. al español de Sebastián Martínez Mas, aunque la de este fragmento es mía).
—Te estás cobrando seis millones.
—¿Cómo?
—Puede que más. Tienes algo que necesitan para poner fin a la guerra y se lo estás negando.
nota:
ciencia-ficción de la mejor.
si tengo que recomendar a otro autor de ciencia-ficción, sería a Stanisław Lem.
No hay comentarios:
Publicar un comentario