hace unos años, conocí a una chica que me contó muy seria las dificultades que supone, en nuestro sistema, construir una yurta para vivir con tu novio francés. tengo que confesar que casi me dio la risa. aunque lo cierto es que, a medida que avanzaba en su relato sobre la construcción de su vivienda soñada en Francia, la condición de «ocupas» en que eso les pone, la persecución social a veces, la cercanía que buscaban con la tierra… se me fue despertando la curiosidad. no sé si yo tendría valor para hacerlo (aunque sospecho que no), pero sí que respeto el coraje de quien se decide por una forma de vida que sabe que va a ser difícil por principios, y espero que lo hayan logrado.
para las almas más invadidas por el capitalismo, como la mía, como experiencia de comunión con la naturaleza quizá sirva la oferta de Yurt Holiday, en Portugal.
no, de alguna forma, no me siento bien después de escribir esto. pero ¿qué queréis? conocerse no siempre significa que te vayas a gustar más, aunque, por lo menos, te indica por dónde empezar a cambiar cuando decidas hacerlo.
¿o no?
¿o no?
2 comentarios:
Mira aquí también:
http://www.viajediario.com/consejos/donde-hay-yurtas-en-espana-alojamientos-rurales-ecologicos-2014/
http://www.helloitsvalentine.fr/1130555/le-nid-dans-larbre/
Lo mismo pero en versión capitalista
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