no se distingue muy bien, pero lo que hay en la foto es la máquina expendedora más alucinante que haya visto en mi vida.
pertenece a una farmacia y dispone de absolutamente todo lo que te puede hacer falta en una noche de fiesta (¡y qué fiesta!).
sirva lo siguiente como demostración:
- las dos primeras baldas se explican por sí mismas: preservativos de todos los sabores, texturas y colores que podáis imaginar; así como geles de todas clases.
- sigue una balda relativamente mixta: compresas, támpax, pañuelos de papel y, empieza lo interesante, toallitas húmedas y toallitas desmaquillantes; ¿será por si necesitas el material de las dos primeras baldas pero no vas a tu casa?
- el siguiente anaquel es más normal de nuevo: tiritas de varios tipos, caramelos para la garganta, analgésicos y ¿crema de manos?
- ahora viene el mejor estante: descongestivos, antidiarreicos, tranquilizantes, ¡chupetes! (que digo yo que es adelantarse un poco a las consecuencias de una noche de juerga, pero puedo pensar peor…) y esta es genial: ¡unas bailarinas plegables! si es que la tipa que ideó esta máquina ¡estaba en todo!
- y, para rematar, el desmadre padre (juasjuas): maquinillas, pasta de dientes y cepillo, zumo de tomate(?) y ¡hasta vibradores!
¿alguien da más?
y, por si os lo preguntáis, no, no es un montaje. la foto es mía y está tomada una de las muchas tardes que paso por delante de ella (me queda en el camino de vuelta de la nueva oficina).
¿a que os ha molado? ;o)
3 comentarios:
Jesús! flipando me tienes!
Estoy ojipláticamente, sobre todo por la gran variedad...
Eso se llama tener todo pensado y requetepensado. Es una buena idea.
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