iba yo el otro día en el metro de Madrid, observando, como es mi costumbre, a la gente que lee en el transporte público y me lamentaba de las pocas historias que me puedo contar ahora sobre la vida de esas personas. y es que la mayoría ya no lee en papel, mostrando las portadas de los libros cuando los levantan, o los intertítulos de las páginas en las que están, con lo cual puede saberse lo que está leyendo. no. ahora, muchos leen (como yo, lo confieso) en libro digital y todas las portadas que se ven son grises, negras o burdeos, y no dicen absolutamente nada de los gustos, las lecturas o la vida de la persona que las sostiene. y, así, ¿qué queréis que os diga?, no hay forma de montarse historias sobre la gente. ni de tomar recomendaciones al vuelo. voy a tener que volver al papel… {suspiro}
(foto de Ourit Ben-Haïm).
4 comentarios:
En eso también hemos perdido con el libro digital, aunque yo sigo con el de toda la vida.
Yo también he sucumbido al ebook, y no te puedes ni imaginar la pena que me da, porque he perdido algunas sensaciones que solo se tienen con un libro en papel. Ains...En cuanto a lo del metro, llevo años sin montar en él, ya me cuenta mi hermana el panorama, ella que viaja todos los días..todo el mundo con los trastos digitales sin prestar atención a su alrededor, cuantás cosas perdemos...
No sé ni donde tengo metido mi libro digital... lo mismo le tengo calzando alguna mesa...
Despertar a la imaginación, es lo que dan las portadas. Eso y hacerse una idea de lo que de verdad lee la gente y de sus reacciones ante ello. Si la señora esboza la sonrisa, si pasa con avidez las páginas, si pierde la estación...
Tantas cosas que tiene el leer en la biblioteca Transporte.
Besos
-que literaria me he puesto-
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