qué tiempos estos en los que los esenciales de un bolso pequeño incluyen un tapabocas (me encanta este engendro de palabra) y solución alcohólica para las manos. todo lo demás es habitual, me temo. la doble funda de gafas se debe a eso que llaman «presbicia» por no decir «decadencia absoluta».
y aclaro que este es el bolso pequeño porque, además, salgo de casa con uno grande en el que van: el portátil, su cargador, una botella de agua, una rebequita, un pequeño neceser que os cuento en otro momento, el periódico o un libro y, algunos días, la esterilla de yoga y el equipo de ballet porque tengo clase y no me da tiempo a pasar por casa.
siempre he dicho que podría vivir de lo que llevo en el bolso varios días y, en cualquier momento, va a ser verdad. {insértese aquí uno de esas muñequitas que se tapan la cara}.
1 comentario:
Yo descubrí las mochilas (tengo dos de Mimique) y la vida me sonríe, pero no llego a tu nivel de equipaje de mano
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