recomendaciones sui géneris de la semana

hay que tener una rosa favorita. la mía solo podía tener un nombre. 

esta serie es una pequeña joya. 

por alguna razón, esta es una de mis fotos preferidas. 

es un desayuno de pandemia, publicado por Vogue(?). 

algunas veces, echo de menos ese año. muchas otras, no. 

este modelito. 

que me recordó a este cuadro. 

¿me lo pondría? no. ¿me sigue atrayendo? sí. 

pero creo que, en discernir esas dos cosas, también está la moda. 

¿qué más se puede pedir?

no hay otra forma de entrar en este fin de semana: 

deslizándose. sedada, algo confusa y vibrando al sonido de la bossanova. 

camiseta favorita del año.

fiel a mis Birkenstock. pese a todo. 

una frase grandiosa. 

no sé si necesito más tragedias inventadas o los correspondientes perfumes. 

yo no sabía quién era esta señora, pero se ha casado en uno de mis sitios favoritos del mundo y estoy enganchada a su boda…

visto, oído, vivido.

acudí a la «copa de la decana». hay cosas de la Academia que no entenderé nunca. 

caí en la tentación de los Magnun en el congelador. no estoy arrepentida. 

compré entradas para el ballet en noviembre. hay que tener objetivos por los que vivir. 

deseé un camisón tan años veinte que no parece ser real, pero sí. 

olí el aroma de un huerto en mi casa. 

recomendaciones sui géneris de la última semana

viajar a los años veinte.

con vistas a estos maravillosos jardines interiores. 

para disfrutar de un balneario modernista de ensueño. 

las instalaciones son ahora un poco más modernas, pero el lujo no cambia. 

si lo dice el Guardian, me lo creo {beber champán puede reducir el riesgo de paro cardíaco}. 

después de todo, el champán es una vitamina, ¿no?

el balneario está muy bien, pero se puede aprovechar para hacer turismo {nocturno, que hace calor} y ver los antiguos lavaderos de agua termal. 

no abandonar los años veinte para hacerse fotos. 

me tiene loca esta instantánea, por cierto. 

ser Picasso debe de ser esto: pintar lo más difícil del mundo con cuatro rayas en un posavasos. 

como dice mr. PAE, cuántas horas no pintaría este señor para poder pintar como un niño. 

me hace una gracia tremenda este bosquejo de Manolo Hugué. 

estrenar vestido e intentar fotos de influencer. 

con mis pendientes favoritos y un bolso que ya os he enseñado y que no dejo ni a sol ni a sombra.

muy enamorada de esta foto. 

visto, oído, vivido. 

escuché esta canción sin descanso. 

me disfracé de sciura milanesa. 

hice arroz con leche. para un batallón. 

recordé lo importante que es hacer tu trabajo bien. 

me dejé llevar por el algoritmo y descubrí cosas peculiares.