la gente me mata a veces con sus ideas. a la artista Sarah Illenberger le gusta dar un nuevo sentido a los objetos cotidianos. consciente de lo esclavos del tiempo que vivimos, para favorecer la reflexión al respecto y la liberación de nuestros horarios, ha concebido un antirreloj: el Slowlex. una joya que, desde la muñeca, nos recuerda la lentitud y la felicidad del caracol, lo hermoso de la naturaleza y la necesidad de pararnos a disfrutar del momento. y todo al módico precio de 550 euros la versión en plata,
y 650 euros la versión bañada en oro.
que digo yo que está muy bien que recordemos estas cosas, pero a lo mejor, solo a lo mejor, es un poco contraproducente tener que ganar semejante cantidad de dinero para recordar que el tiempo es una joya y, si nos lo podemos gastar sin pensar, igual no necesitamos que nos recuerden que paremos a disfrutar del tiempo.
en fin, ojiplática me quedé cuando vi la presentación del «objeto» en el periódico. ¿qué opináis vosotros?
2 comentarios:
Qué locura... ¡Hamparte!
qué término maravilloso <3
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