mi yo sexy

es ver cualquier conjunto de La Perla y tener un subidón de autoestima. hasta me parece que los culottes tienen que ser cómodos, fijaos lo que os digo. pero, inevitablemente, acabo por recordar aquello que decía Kathleen Tessaro en su novela Elegance (traducción self-made):

[las braguitas de La Perla ayudaban a la protagonista a encontrar su] «yo sexual secreto, y era un poco más pícaro y bastante más caro de lo que había previsto».

una conclusión a la que muchas llegan tras largas horas de terapia, también es verdad, lo que viene a poner el coste a la altura del de ese culotte maravilloso, y al fin y al cabo, este te lo puedes poner más que un terapeuta. o no.

total, que lo que yo tengo claro es que, en estos momentos, no me puedo permitir ni lo uno ni lo otro. pero que me apunto el asunto para mejores tiempos. y, mientras, haremos lo que podamos con lo que nos queda más a mano.