a ver, que digo yo que sí, que yo llamo a ese color entre el beis y el rosa pálido «color carne». y no, no me siento culpable, ni racista (al menos, no por esto) ni nada. porque mi carne no es así, pero sí mi piel. en pálido, pero así. y no me parece mal decir que, si busco unos zapatos que me alarguen las piernas, los quiero en color carne. pero lo cierto es que unos zapatos del color de mi piel me alargarían, en todo caso, las piernas a mí, no a otras. y Louboutin, que es un rato listo y ha visto el negocio, ha decidido que no solo las sonrosaditas tenemos derecho a unos zapatos color carne. que lo hace por dinero, seguro. pero, ay, hay que reconocer que la iniciativa tiene el mérito de ser, además, inclusiva. y eso, pues ¿qué queréis que os diga?, a mí me parece muy bien. aunque, para mí, el color de mi piel seguirá siendo eso: «color carne». dicho lo cual, creo que yo los querría todos. me alarguen las piernas o no.
(imágenes publicadas por Huffpost Black Voices).
No hay comentarios:
Publicar un comentario