en 1933, F. Scott Fitzgerald terminaba una carta a su hija de 11 años, Scottie, con una lista de cosas de las que preocuparse, cosas de las que no preocuparse y cosas en las que pensar:
cosas de las que preocuparse:
la valentía
la limpieza
la eficiencia
la equitación
cosas de las que no preocuparse:
la opinión pública
las muñecas
el pasado
el futuro
crecer
de que alguien te adelante
el éxito
el fracaso, a menos que te lo hayas buscado
los mosquitos
las moscas
los insectos en general
los padres
los chicos
las decepciones
los placeres
las satisfacciones
cosas en las que pensar:
¿qué es lo que realmente quiero conseguir?
¿cómo de buena soy, en realidad, en comparación con mis contemporáneos en cuanto a:
(a) la escuela?
(b) ¿entiendo realmente a la gente y soy capaz de llevarme bien con ellos?
(c) ¿intento hacer de mi cuerpo un instrumento útil o lo estoy abandonando?
con todo el cariño del mundo,
papá
¿no os parece una gran lista?
4 comentarios:
Hola. me parece una gran lista aunque no coincido en el punto referido a la lista 'de la cosas en las que pensar' ¿cómo de buena soy en comparación con mis contemporáneos en cuanto a la escuela...? Creo que no es positivo compararse con el resto... las comparaciones siempre crean frustración... seguimos en contacto
gracias, Marta, por tu comentario. creo que el problema es más de mi traducción que de Fitzgerald. no se refiere a lo buena que es en la escuela, sino a lo bien formada que está. lo entiendo más como una cuestión de preocuparte por tener una buena formación y reconocer que no todo el mundo tiene las mismas ventajas que tú. pensaré en cómo traducirlo mejor.
un beso
i.
Sinceramente me parece que a este hombre como a la buena de su mujer se le iba la cabeza bastante. Porque lo de las muñecas, entre otras lindezas es para hacérselo mirar ^_^
Interesante lista!
Oye, muchas gracias por el detalle que me enviaste! Soy Mer, y me quedé de piedra al ver el sobre en el buzón. Eres un primor! Besos
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