me habíais recomendado varias veces que leyese a Albert Espinosa y, al final, os hice caso. elegí Si tú me dices ven lo dejo todo… pero dime ven y Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo (en una edición preciosa que incluía ambos), y tengo que decir que poder acabarlos rápido fue, más o menos, lo único que me gustó de estos libros.
no quisiera ser una aguafiestas, pero me pareció que, aunque parten de sentimiento muy positivos y son terriblemente optimistas, las historias son simples, fofas, repetitivas, un poco incoherentes y llenas de frases efectistas. había pensado no hablaros de estos libros aquí; sin embargo, de todo tiene que haber en la viña del Señor y hay que poner lo que no gusta junto a lo que sí ;o)
no sé si os pasa, pero yo suelo hablar con los libros cuando me exasperan. les digo cosas a los personajes, o simplemente suspiro un «¿en serio? ¡no me lo puedo creer!»; y la verdad es que, con estas historias, lo he hecho mucho… aun así, el optimismo se contagia y hay conceptos que he disfrutado viendo negro sobre blanco. como el de «parar el mundo durante una noche», es decir, «decidir conscientemente que vas a salir de él»: algo que todos deberíamos practicar de vez en cuando. o el «te quiero» de Al final de la escapada [À bout de souffle]:
por lo demás, pude haber aprovechado el tiempo leyendo algo más productivo.
eso sí, serían libros perfectos para adolescentes; no desde el punto de vista literario, desde luego, pero sí como pequeña colección de «lecciones de vida», que quizá les den seguridad y les enseñen a creer en sí mismos.
ahora bien, pasados los 15, podemos prescindir de ellos.
(imagen encontrada aquí).
2 comentarios:
Yo lo intenté con "Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven" porque una amiga me lo recomendó y prestó. Creo que no pasé de la página 20, no se merecía ni un minuto más, de hecho, no merecía los que le había dedicado.
Pufff, "si tu me dices ven..." menudo peñazo, lleno de frases hechas y lugares comunes. Lo lei porque su primer libro "el mundo aamrillo" me lo regalaron y aunque literariamente no es nada del otro mundo, su forma de contar su experiencia con el cáncer y el entorno hospitalario me gustó mucho y lo he utilizado alguna vez con los pacientes, parece un chico majo, pero lo de escribir novelas creo que no es lo suyo
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