os lo conté ya una vez aquí: tal día como hoy, a principios del siglo xx, a mi bisabuelo lo atropelló un tranvía. quedó sordo de un oído, pero sobrevivió. pensando que, al fin y al cabo, volvía a nacer, decidió que sería el 10 de diciembre cuando celebraría su cumpleaños con toda la familia. dada la cercanía de las fiestas navideñas y que era muy goloso, este era el primer día que se comía turrón en su casa. y, al menos en la nuestra, seguimos haciéndolo.
hoy, después de montar el belén y el árbol (que ya viene siendo hora), eso será lo que haga: estrenar la temporada navideña con un trocito de turrón. ¿me acompañáis?
(foto).
8 comentarios:
a pesar del hecho... es una bonita historia... creo que yo también voy a empezar hoy ese turrón de suchard que me esta esperando... je.je.je
Que buena tradición!
Hay que seguir las viejas tradiciones ;) que pases un buen día! besos
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Yo como soy una gordi y tengo niños pequeños ya empecé hace una semana.
La historia me parece genialisisisima!!
¡Qué curiosa historia!, me gusta que la hayáis hecho tradición.
Me encantan las historias de nuestros abuelos, son geniales.
Venga un trozo del duro.
Qué curiosa historia para contar a de generación en generación. Ojalá a Gaudí le hubiera ido igual ese encontronazo con el tranvía :(
¡Disfruta de tu turrón!
Me encantó tu historia. El turrón es algo infaltable. Feliz Navidad, I!
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