blog invitado: Flores de colores

Una de las cosas más bonitas de tener un blog ha sido conocer a la autora de este: Itziar, una ragazza «solare», adjetivo que se usa para describir a las personas alegres, que irradian simpatía y llenas de energía positiva.
He tenido la suerte de conocerla personalmente y estoy segurísima de que esta amistad es de esas que te dejan huella.

Aprovechando que va a estar unos dias fuera, en un lugar maravilloso (¡cómo te envidio!), me ha pedido que escribiera un post (y, claro, yo orgullosísima y encantadísima). Qué mejor ocasión que publicar la receta de la pizza margherita (pizza margarita): siendo italiana y, encima, de la región de Nápoles, no podía proponer otra receta.

La primera vez que Itziar vino a mi casa le preparé este plato. Nosotros los napoletanos estamos orgullosísimos de nuestro plato estrella, pues ha logrado ser conocido en el mundo entero y cuenta con un gran número de adeptos.
Como buena napoletana, en mi casa la pizza la tomamos al estilo margherita (tropezones de tomate, mozzarella, albahaca y un hilo de buen aceite de oliva). Es de esta manera como la suelen tomar allí y, creedme, es ligera y la mejor forma de saborear los buenos ingredientes frescos.

Os dejo la receta para hacer una buena pizza en casa, con horno eléctrico (la auténtica se hace en un horno de leña y el sabor es… delizioso).

Para la masa:
1 cubito de levadura fresca, 1 vaso de agua tibia (de los de agua),
1 cucharadita de sal, 1 cucharada de aceite de oliva virgen y 500 g de harina (dependiendo de la temperatura, igual necesitaréis un poco más).

Disolver la levadura con el agua en un bol grande, añadir la sal y el aceite, y remover con una espátula. Poco a poco, ir añadiendo la harina y amasando hasta conseguir una masa homogénea, no demasiado pesada.
Dejar reposar alrededor de una hora.
Volver a amasar y dejar reposar de nuevo.

Mientras tanto, preparar en un bol la salsa, con un bote de tomates pelados y troceaditos, una cucharada de sal y dos cucharadas de albahaca picada no demasiado fina.

Una vez la masa ha doblado su volumen, en una superficie ligeramente enharinada, estirarla con la ayuda de un rodillo(!) hasta darle el espesor deseado, esparcer la salsa de tomate (¡ojo! ¡¡¡¡sin cocerla!!!!) y cortar en lochas finitas una mozzarella por pizza. Finalmente, verter un chorro de aceite sobre la pizza y hornear.

Con estas cantidades os saldrán dos pizzas para dos placas de horno.

Con el horno a máxima potencia, la pizzá estará hecha al cabo de unos
20-25 min, dependiendo de la fuerza del horno.

P.S. Un consejo: ¡no hornear las dos pizzas a la vez!

Espero que os guste y, si tenéis alguna duda, no dudéis en preguntarme: os contesatré con muchísimo gusto.

Un bacione grande.

por Flores de colores.