cada átomo del cuerpo procede de una estrella que explotó. y es probable que los de la mano izquierda y los de la derecha sean de estrellas distintas. es realmente la cosa más poética que sé de la física: somos polvo de estrellas. no estaríamos aquí si las estrellas no hubiesen explotado, porque los elementos
--carbono, nitrógeno, oxígeno, hierro, todo lo que importa para la evolución y la vida-- no se crearon al principio de los tiempos. se crearon en los hornos nucleares de las estrellas y la única forma de que llegaran a nuestro cuerpo es que esas estrellas tuviesen la amabilidad de explotar. así pues, olvidemos a Jesús. las estrellas murieron para que nosotros pudiésemos estar hoy aquí.
Lawrence Krauss
2 comentarios:
Qué guay :)
Besitos!
milowcost
sorteo del verano ●
De alguna extraña manera encuentro una síntesis que me indica un mismo camino, una senda a la que hay que entregarse y dejarse fluir: las estrellas, la fuerza, la explosión (para algunos Dios) han sido, son y serán a través de nosotros o de cada molécula de agua. Por eso ser es tan importante y CADA SER lo es. Por eso en definitiva, somos todos iguales y al mismo tiempo tan diferentes. Uf, podría escribir horas, pero mejor lo dejamos ahí.
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