llevo un verano de mi…ércoles, pero me sorprendo, a veces, con la más loca de las alegrías por las «tontás» más grandes que os podáis imaginar.
- una buena lectura
- el botecito de crema corporal de los NH que uso para las manos
- un heladito después de comer
- una servilleta bonita
- una ducha con un gel que huele a playa
- una galleta rica
- o una rebanada de pan de plátano
me pueden enviar a la estratosfera de la felicidad.
me pregunto si me estoy volviendo loca o si es que voy averiguando en qué consiste, de verdad, ser feliz. ¿será la madurez? se aceptan apuestas.
(foto del Sartorialist[!]).
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