en Brasil, para fin de año, la gente se acerca al mar vestida de blanco, a lanzar al agua barquitos llenos de flores y presentes para Iemanjá, la orixá reina del mar. que las olas se los lleven es, por tanto, presagio de buena fortuna para el año que empieza. muchos entran en el mar y saltan siete olas, lo que también les trae las bendiciones de la deidad. y yo no sé si lo conseguirán, pero, desde luego, me unía a ellos de buena gana para probar :o)
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