aunque puuede que parezca obvio, a mí me sorprendió enterarme: las preferencias en perfumes no son universales, ni tampoco las sensaciones que provocan.
en los países mediterráneos, por ejemplo, las fragancias cítricas se consideran frescas, chispeantes, alegres, veraniegas e incluso infantiles. en Europa del Este, sin embargo, se perciben como chillones, agresivos y desagradables. ¿a qué es difícil de imaginar?
por otra parte, en Occidente, los aromas amaderados se consideran masculinos. pero, en la India, los hombres huelen a rosa y jazmín.
y otra curiosidad: en España existe una familia de perfumes que no se considera tal en otros países. y es que nos gusta lo dulce. así que tenemos perfumes gourmand (existen los perfumes en otros países, claro, como Angel de Mugler, pero no se clasifican en una familia dulce y sabrosona particular, sino que se incluyen en otras, como la oriental).
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