miércoles, 4 de diciembre de 2024

4.º día de adviento


un perfume embriagador al que me he dado bastante en los dos últimos años se describe como

un tórrido perfume sin género específico.
una atracción única y un toque de pecado.
una nota escrita sin flores. un arma de seducción. 
un perfume llamado deseo.

se trata de Musc Ravageur de Frederic Malle y con esa descripción, mi idilio con él era solo cuestión de tiempo. 


el otro perfume que, aunque llevaba en mi radar hace mil años, aún no había pasado por mi neceser y que ha encontrado un lugar en mi vida últimamente, es este de melocotón especiado con pachulíuna leyenda desde 1919. el perfume de Ava Gardner, con su lugar en varios museos y, dicen, el perfume que usa Madonna... ¿seré yo una mujer icónica más? 😜 
un día de estos os cuento que suelen tener los perfumes que me intrigan en común...

martes, 3 de diciembre de 2024

3.er día de adviento


este perfume es el que más gente en mi vida ha relacionado conmigo, o con el que me ha relacionado más gente... fue el único que usé durante años y aún, cuando me lo pongo de vez en cuando (sobre todo, en verano), soy más yo que nunca. adoro su frescura, su originalidad (en la época, fue un bombazo que cambió el mundo de los perfumes, junto con el CK One de Calvin Klein). 

más tarde, ya sabéis, me decanté por Opium. pero soy una persona muy infiel a su perfume. o tal vez soy poliamorosa perfumil. el caso es que hay aromas de invierno de los que no puedo separarme: la canela, por ejemplo. 



cuál no sería mi sorpresa, os diré, cuando al comprar Sun de Jil Sander descubrí que todos estos perfumes (no Opium, pero sí los demás de esta entrada) son obra de la misma nariz: Pierre Bourdon. anonadada me quedé, nénettes. y, por supuesto, Pierre Bourdon se convirtió en uno de esos héroes míos que no llevan capa, pero salvan la cordura cuando el sol empieza sus recorridos más cortos por nuestro hemisferio. ¿a quién no le hace falta uno?

lunes, 2 de diciembre de 2024

2.º día de adviento


quiero contaros algo que tiene que ver, de alguna forma, con este perfume.

hace muchos años, un día de invierno triste en Fráncort, un día en que no estaba nada inspirada, no parecía ir nada bien, se me acababa el dinero y no encontraba trabajo, un día en que me planteaba mi vida, le dije a un amigo: «¡vámonos al centro! estoy deprimida: necesito glamour». me lo llevé a una perfumería y me compré el frasquito más pequeño que había de Opium. un dineral para mi bolsillo, pero un gesto cuyo aroma me llevó adelante un par de meses, me acompañó a una entrevista y con el que conseguí el trabajo que transformó un invierno triste en una primavera esperanzadora y el comienzo de una gran época de mi vida. y yo no me acordaba de esto hasta que ese amigo me lo contó un día porque «se le había quedado grabado» ese gesto de «supervivencia» que, según él, de verdad me cambió el humor ese día.

hace un tiempo, otro amigo me hablaba de una amiga suya a la que no conozco y me contaba que ella «le enseñó a querer». y yo, medio ofendida, le reproché que, en fin, tampoco aquella amiga sería la única que le quería. a lo que él contestó: «bueno, es así: de ella aprendí a querer. de ti he aprendido a quererme yo». y pasó a contar cómo conmigo había aprendido a darse caprichos, a desayunar en un hotel de cinco estrellas aunque no le sobrase el dinero, a irse a una galería de arte a tomar un café y a entrar en tiendas de lujo a mirar (Breakfast at Tiffany's anyone?). yo vi un patrón en esto y pensé: «¡vamos!, que soy la superficial…» (mi padre lo llama «hedonismo» y, en mi casa, como en la de Veronica Raimo, se teme más al hedonismo que a las consecuencias de Chernobil. soy, sí, la oveja negra).

pero, con el tiempo, me he dado cuenta de algo importante (y me ha costado años de terapia, no os creáis): quererse uno es el primer paso para poder querer bien a los demás. y, si uno no está bien, pues eso, nadie está bien con uno. así que igual no es tan mala enseñanza esta del hedonismo, ¿no? ¿NO? ¿¿¿NO???

domingo, 1 de diciembre de 2024

recomendaciones sui géneris de la semana


este refugio de calma en la tempestad. todos productos de confort. algunos preferidísimos (desodorante, crema hidratante, pasta de dientes y cepillo)

este precioso jersey, que me ha acompañado en los momentos estelares de la semana. 

el primero de los momentos estelares de la semana fue esta mesa redonda tan interesante (aunque está mal que yo lo diga) en la Biblioteca Nacional de España. si pincháis en la foto, podéis ir a la grabación.


Damiano siempre alegra una semana. esta, con su lista de canciones para una vida. 

este fue el segundo momento estelar. 


me hizo mucha gracia lo del póster de Snoopy en el despacho de estos dos genios.

yo que me reía de las estufas con pinta de chimenea cuando era joven, ahora soy adicta a esta
mi programa más visto. y cuánto me acompaña...

1.er día de adviento


adoro la idea de tener un perfume característico. mi madre, por ejemplo, es fiel a Miss Dior; tengo una amiga que no lleva otra cosa que J'adore; otra huele a Ralph Lauren... yo llevo buscando años ese aroma que convertir en mi firma olfativa, pero no hay manera. lo peor de probar docenas de perfumes es que me llevo muchas desilusiones: últimamente, todos huelen muy parecido y se evaporan tan rápido que, una hora después de haberlos puesto sobre la piel, apenas son un vago recuerdo.
pero, como no cejo en mi empeño, acabo siempre volviendo a uno de mis perfumes preferidos:
Opium, de Yves Saint Laurent.
siempre escandaloso --desde su creación en 1977--, especiado, oriental, captura los sentidos hasta el punto del cosquilleo. sus anuncios se basan en el concepto de la seducción, no solo del otro sexo, sino del propio perfume. y el frasco se inspira en los inrō japoneses, en los que se guardaban medicinas. dicen que incluso es sedante, debido al clavo que contiene. de hecho, la concentración de especias es tan alta que se podría considerar medicinal.
sus notas:
salida: clavo, pimienta y naranja
corazón: clavel, azahar, jazmín, rosa e ylang ylang
fondo: opopónaco, mirra, pachuli, benjuí y vainilla
desde luego, tiene todos los componentes para serle fiel. y quizá esta vez lo consiga. será la edad, pero, por fin, me siento realmente bien con él.
y, vosotros, ¿tenéis un perfume al que siempre volvéis?

(anuncio y descripción de Opium encontrados en smelly blog).
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