un perfume embriagador al que me he dado bastante en los dos últimos años se describe como:
un tórrido perfume sin género específico.
una atracción única y un toque de pecado.
una nota escrita sin flores. un arma de seducción.
un perfume llamado deseo.
se trata de Musc Ravageur de Frederic Malle y con esa descripción, mi idilio con él era solo cuestión de tiempo.
el otro perfume que, aunque llevaba en mi radar hace mil años, aún no había pasado por mi neceser y que ha encontrado un lugar en mi vida últimamente, es este de melocotón especiado con pachulí. una leyenda desde 1919. el perfume de Ava Gardner, con su lugar en varios museos y, dicen, el perfume que usa Madonna... ¿seré yo una mujer icónica más? 😜
un día de estos os cuento que suelen tener los perfumes que me intrigan en común...