a veces nos empeñamos en cambiar el mundo a lo grande y acabamos desistiendo de una tarea imposible. a veces querríamos tener una varita mágica que cambiase nuestra vida y abandonamos todo esfuerzo porque la justicia no existe. a veces, en resumen, nos pierde la ambición. decía Confucio que hasta la caminata más larga empieza con un pequeño paso. quizá solo deberíamos concentrarnos en darlo. como dicen los jugadores de béisbol (al menos en las películas), el bateador, el árbitro, las bases… quedan fuera de nuestro alcance; solo deberíamos concentrarnos en las cosas pequeñas que podemos controlar
--la postura, el equilibrio-- porque, cuando soltamos la pelota, se acabó, ya no podemos influir en ella: eso es trabajo de otros.
p. s.: esta entrada ha sido inspirada por una conversación con tres personas encantadoras, a dos de las cuales podéis leer aquí y aquí.
(dibujo de Juan Fernández; la cita del jugador de béisbol, no os engañaré, está adaptada del personaje de Viggo Mortensen en 28 días [28 Days]).
5 comentarios:
Mi hijo es pequeño y no le controlo tampoco... define pequeño.
Esa es la grandeza de las cosas pequeñas.
Hermoso, e inspirador . Gran charla que aun hoy resuena en mi mente. Gracias por expresarlo tan bien.
Hoy escuché una frase muy parecida, no me acuerdo exactamente, pero venía a decir eso mismo.
Y además, es la base de todo, siempre he creído que no puedes vivir de cosas grandes porque la mayoría de tu vida entonces estaría vacía.
Un beso. Que bien viene reflexionar de vez en cuando.
P.
me gusta el post de hoy!
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