martes por Buenos Aires

no sé si lo he dicho ya, pero esta es la primera vez que he cruzado el charco y, por lo tanto, mi primera experiencia real en una ciudad americana. por supuesto, había oído, leído y visto que Buenos Aires es una parrilla perfecta de calles perpendiculares (la más larga de las cuales, por cierto, mide ¡36 km!). pero una cosa es saberlo y otra, vivirlo. la consecuencia más lógica de esta distribución es que las direcciones se dan por cruces de calles. el Teatro Liceo, por ejemplo, está en Rivadavia y Paraná. y la librería El Ateneo, que no hace esquina, estaría aún así en Santa Fe y Callao, que indica el cruce más cercano. además, cada una de las cuadras (manzanas de casas) mide unos 100 m, con lo cual, las distancias son fáciles de medir e indicar contándolas. yo vivo a
14 cuadras de El Ateneo, lo que supone un paseo de kilómetro y medio, o de una media hora.
hasta ahora, la única ciudad que yo había visto tan cuadradita es la de Mannheim (en Alemania), reconstruída por completo tras la Segunda Guerra Mundial. pero no resulta ni la mitad de encantadora, ni en sus denominaciones (las calles tienen nombres de Guerra de Barcos), ni en su tamaño, ni en su variedad arquitectónica, de la que os hablaré en otra ocasión.
por el momento, me estoy concentrando en aprender a dar las direcciones y a entenderlas cuando me las dicen. os lo aseguro: los porteños tienen todos un mapa grabado en el cerebro :o)

(la foto es mía, del Museo del Bicentenario; podéis ver una imagen mejor de un plano antiguo de Buenos Aires aquí).