viajar a los años veinte.
para disfrutar de un balneario modernista de ensueño.
las instalaciones son ahora un poco más modernas, pero el lujo no cambia.
si lo dice el Guardian, me lo creo {beber champán puede reducir el riesgo de paro cardíaco}.
después de todo, el champán es una vitamina, ¿no?
el balneario está muy bien, pero se puede aprovechar para hacer turismo {nocturno, que hace calor} y ver los antiguos lavaderos de agua termal.
no abandonar los años veinte para hacerse fotos.
me tiene loca esta instantánea, por cierto.
ser Picasso debe de ser esto: pintar lo más difícil del mundo con cuatro rayas en un posavasos.
como dice mr. PAE, cuántas horas no pintaría este señor para poder pintar como un niño.
me hace una gracia tremenda este bosquejo de Manolo Hugué.
estrenar vestido e intentar fotos de influencer.
con mis pendientes favoritos y un bolso que ya os he enseñado y que no dejo ni a sol ni a sombra.
muy enamorada de esta foto.
visto, oído, vivido.
escuché esta canción sin descanso.
me disfracé de sciura milanesa.
hice arroz con leche. para un batallón.
recordé lo importante que es hacer tu trabajo bien.
me dejé llevar por el algoritmo y descubrí cosas peculiares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario