os contaba yo el año pasado que febrero es un mes al que no sabía si querer u odiar. y así sigo.
febrero, querido, deja de ser el mes del amor, el mes más de invierno, el mes en el que todo tiende a complicarse. que seas cortito no tiene que darte complejo de inferioridad y hacer que, para compensar, nos lo pongas difícil. prometo quererte si te relajas y dejas que me relaje yo. de buenro.
en fin, este año para combatir el estrés, he decidido refinar mi imagen. yo sé que esto me pasa cada vez que el mundo se me hace grande y que no sé a qué agarrarme porque la vida me da inseguridad, pero, como la edad tiene sus ventajas, conocerse y aceptarse supone poder trabajar con ello, ¿no? {ay, madre, y ahora me estoy haciendo mayor 🤦🏻♀️}.
pues eso, el objetivo es: fría, distante, sofisticada y muy muy profesional. os iré poniendo al día…
y acepto ideas.
empecemos, por ejemplo, con el clásico: ¿pelo largo o pelo corto?
(imagen).
3 comentarios:
Corto, a lo Fressange.
hecho, isabel. :) seguiremos informando.
Fría, distante, sofisticada y con pelo corto, plis. ;)
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