recuerdo que, cuando estudiaba, mi hermano solía cubrir las ventanas de su cuarto con post-it amarillos en los que escribía fórmulas y más fórmulas (es físico nuclear, la criatura: el buen físico de la familia… ya sabéis). pegaba los papelitos, los cambiaba de sitio, los despegaba y repegaba, y yo siempre pensé que físico sí teníamos, pero que de la cabeza no iba muy bien…
pero, mira tú por dónde, con el tiempo, he venido a descubrir que igual un punto de razón y cordura sí que había en semejante comportamiento. parece ser que, si al preparar una reunión o una presentación, o al redactar un informe, tras haber reunido la información, anotamos nuestras ideas en post-it y los pegamos en una superficie, en vez de escribirlas sobre un papel una tras otra; y luego nos dedicamos a jugar con los papelitos, reorganizándolos para establecer nuestro plan de exposición, la forma visual del método permite a nuestro raciocinio (el menos común de los sentidos…) estructurarse con más facilidad y establecer vínculos entre datos que quizá se nos hayan escapado.
y, si no funciona, siempre podremos decir que hemos decidido dedicarnos al arte. igual nos creen.
(foto encontrada aquí).
4 comentarios:
Que se lo digan a la loca de Homeland :)
Uy! Yo era super fan de los post it en mi época de estudiante!
Yo como soy de letras no apraba de hacer resumenes que luego eran copias de los apuntes pero bueno esa es otra historia... jejeje
Besotes
Es puro arte, me he metido en el enlace que nos has dado y he disfrutado viendo lo que se puede hacer con un simple post.it
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