cuando estuve en Viena en 2020, descubrí la tienda de Glein, el colectivo de diseñadores minimalistas con el mejor gusto de toda Europa {estoy convencida}, y me enamoré de su Box Bag. unos Reyes Magos muy sabios me lo trajeron en enero de 2021, y el bolso me acompaña desde entonces en los paseos por la ciudad en la que vivo y algunas otras.
aunque mi amiga s. dice que parece la funda de la cámara de fotos de su abuelo y, desde que lo uso, desconfía de la moda, a mí me parece superpráctico, con mucha capacidad y perfecto para un TOC en el que los bolsos con esquinas redondas son una pérdida de espacio y una carga para la paciencia.
vamos, que no os quiero convencer {o sí}, pero, si los Reyes Magos están por ahí leyendo esto, que sepan que adoro el nuevo color y que prometo usarlo tanto como este. palabrita de honor.
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