muy obsesionada ahora mismo con una de las autoras de este libro del que os hablé hace un par de semanas. aquí reproducida también por los lápices de Francesca Caserta.
no le gustarán a ella los guantes largos, que esta semana ha estado obsesionada con estas imágenes.
la primera no sé ni dónde la encontré. la segunda es de unos guantes de Carven que no me puedo pagar.
estoy muy enamorada del bolso de médico de Cambridge Satchel. que me cuenten, para vendérmelo, que dentro caben: gafas de sol, barra de labios, un cuaderno, un bolígrafo, el móvil, el monedero, las llaves, un libro, un paquete de chicles y una manzana(?); es decir: una lista, no hace sino sulivellarme más.
hay que buscar todos los momentos posibles del día para comportarse como una niña.
quiero todos los modelos de este editorial de Vogue Polonia. todos. bueno, quiero ser la chica excéntrica que pasea por la campiña inglesa (Normandía, en realidad), para qué os voy a engañar.
esta semana el otoño ha estado precioso. y el color del cielo ha sido mágico.
hemos celebrado el cumpleaños del señor de la izquierda. 89 tacos. somos una familia con buenos genes.
llevaba mucho tiempo en mi neceser, pero estas últimas semanas el Lip2Cheek ha sido mi salvación para tener buena cara. fácil de aplicar y supernatural.
ha vuelto una de mis series favoritas de todos los tiempos: La diplomática.
yo quiero un perro. mr. BAE se opone a ello. pero, como a veces me quiere, me ha regalado este.
me cuentan por pinganillo que lo ha descubierto viendo cierto programa de televisión.
vi este cartel en internet. no sé dónde está. eso no impide que lo necesite.
me impresionó esta fotografía cuando la vi en IG. se titula El beso de la vida y, aunque podría ser una romántica toma de posición ante la vida, es, en realidad, un retrato de valentía y compañerismo.
tomada por Rocco Morabito en 1967 y galardonada con el Pulitzer en 1968, El beso de la vida muestra a dos operarios eléctricos, Champion Randall y J. D. Thompson, en la parte superior de un poste de electricidad donde llevaban a cabo un mantenimiento de rutina.
Champion rozó una de las líneas de baja tensión y más de 4000 voltios atravesaron su cuerpo, lo que le detuvo el corazón. su arnés de seguridad evitó la caída y Thompson, que subía al poste por detrás de él, lo alcanzó rápidamente y le hizo la respiración boca a boca. aunque no pudo reanimar a Champion, mantuvo activos sus pulmones hasta que sintió un ligero pulso, desabrochó los arneses, se lo echó al hombro y lo bajó.
al llegar al suelo, lo reanimaron y le salvaron, con ello, la vida. Champion vivió hasta los 64 años.
¿no me digáis que no es una historia emocionantísima? y la foto sigue siendo de póster.
no ha sido época de ir de fiesta, pero trabajar con el ruido de una de fondo lo ha hecho más llevadero.
los libros de viajes son, cuando no puedes viajar, un placer inusitado. este es, además, muy especial.
no todas las autoras de diarios de viajes de juventud acaban siendo primeras damas de EE. UU.
cuando la vida te lleva por caminos incómodos, una cosita cualquiera a la que agarrarte tiene un gran efecto. para mí, esta pastilla de jabón ha sido esa tabla de cordura.
estas chocolatinas de Kit Kat no pueden ser más bonitas. y sí, están ricas.
una lectura fantástica para la noche de Halloween. 🎃
una fiesta que nació en Irlanda y en la que se tallaban nabos, aunque la cara yanqui sea la que más reconocemos. y en esta cuenta de IG hay un montón de objetos coleccionables para inspirar.
uno de los mejores podcasts que he escuchado este año: Witch.
para un guateque o para escuchar mientras trabajas sin perder el humor del mes.