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miércoles, 18 de septiembre de 2024

fabulous


el despacho de Einstein como quedó cuando murió.

he probado Fabulous, una app que, según definición propia, es «una plataforma de superación personal, entrenamiento y salud mental». en ella puedes hacer un seguimiento de tus hábitos (supuestamente, saludables y felices), establecer objetivos, aprender a meditar y crear rutinas de buena vida. tenía que haber sabido que esto no era para mí. 

mira que soy una yonqui de todo lo que brilla y me promete una vida mejor. mira que soy polilla de las frases inspiradoras, la gente que hace listas de diez cosas que puedes hacer hoy para ser más feliz y las citas sesudas a lo Séneca. mira que pueden venderme casi cualquier cosa si está bien envuelta y tiene listas y colores. pero ¿en serio hace falta una app para beber agua todas las mañanas, desayunar, hacer un poco de ejercicio en la semana y recoger la mesa y fregar por la noche? seguramente, habrá gente a la que sí, pero a mí no. 

no me creo mejor que nadie, pero sí me planteo en qué momento todas esas cosas se hicieron naturales para mí. creo que he tenido la gran suerte de tener unos padres que, serán un poquito maniáticos, no diré yo que no, pero me enseñaron que con un espacio recogido se pensaba mejor. que fregar los platos puede ser un momento de meditación, que si solo cuesta cinco minutos hacer algo, merece la pena hacerlo ya. que mantenerte hidratada hace que veas más claro y no tengas ciertos problemas de salud. que desayunar no cuesta tanto si te acostumbras a hacerlo todas las mañanas y que, para eso, lo mejor es hacerlo con algo que te apetezca y no obligarte de pronto a comer muesli, proteína, leche sin lactosa y té verde si eso no es lo que te va. y que el ejercicio es inherente al ser humano y no tiene nada que ver con ir a un gimnasio. 

y me pregunto por qué no hay más gente contando estas cosas. por qué, si no viene en formato influenser, ahora no hace nadie caso de nada. por qué hay gente de esa misma haciendo propaganda de una droga para adelgazar y diciendo que no quiere ser esclava del ejercicio cuando todos somos esclavos de algo, y más en estos tiempos neoliberales. y peor es la esclavitud que tenemos de las drogas, también os digo. 

en fin, no tengo respuestas. salvo para mí. no sé si eso ayudará a alguien, pero creo que es también un signo de elegancia no andar imponiendo las propias ideas a la gente. y, la verdad, todas estas apps de colores me suenan un poco a gente intentando que le impongan unas ideas. ¿no te gusta el muesli? desayúnate una tostada con mantequilla. ¿no te gusta el té? tómate un buen café. pero desayuna. y, luego, ya si eso, te cuidas el resto del día con un poquito de energía. y, sí, como las abuelas, lo primero que tomo al levantarme es agua caliente con limón. no hay nada que pueda superar ese hábito. 

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