Si esperas una gran revelación, voy a tener que defraudarte. El primer consejo que me dieron cuando entré en el mundo profesional fue simple como la limonada: elimina los dobles espacios de tus textos.
La forma más fácil de hacerlo es controlarlos mientras escribes. ¿Cómo?
Mostrando los caracteres invisibles, gracias a este botón:
que hará que veas los espacios entre las palabras así: «·».
Pero, para asegurarte de que no queda ninguno, lo mejor es eliminarlos al terminar la traducción, con un simple buscar y reemplazar. Buscas «··» (dos espacios) y sustituyes con «·» (un solo espacio).
Revelador o no, la belleza está en los detalles.
(imagen).
p.s. hace casi 11 años comencé un blog de traducción que se llamaba "aquí se traduce". he decidido ir recuperando las entradas que colgué allí para beneficio de los nuevos lectores.
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