consejos de los terapeutas para la vida

extraídos del artículo: 12 People on the Advice That Changed Their Life.

• trátate con dulzura y amor como tratarías a la niña que llevas dentro. 
• come chocolate: antidepresivo natural. 
• si estás estresada, actúa como si estuvieses calmada: ralentiza la respiración, céntrate en una actividad relajante… engaña a tu cerebro para que crea que estás bien. 
• no pienses en todo lo que puede ir mal: ¿qué probabilidades reales hay de que vaya mal? por ejemplo, si tu jefe te llama a una reunión, ¿es realmente probable que te quiera despedir? si viajas en avión, ¿qué probabilidades reales existen de que se estrelle? visto que la humanidad sobrevive a sus metidas de pata enormes, es mucho más probable que las cosas salgan bien. 
• no estás loca: estás cansada y, a lo mejor, triste. 
• no puedes controlar lo que pasa, solo la forma en que reaccionas a ello. 

(foto de Inès de la Fressange).

os deseo un buen fin de semana largo

pues ha llegado el fin de una intensa semana. ¿tengo planes? ¡sí! la comunión del año: mi sobri vestida de largo, vestirme de linda señorita, ponerme tacones, comer y bailar. y dormir sin tener que poner el despertador. y desayunar tortitas de plátano. y leer. leer. leer. qué ganas tenía de que llegase este puente.

y vosotros ¿qué planes tenéis? sean los que sean, espero que disfrutéis de los días de descanso.

xo

(foto: ¿Hay un fantasma?, de DeBally).

jardín del Edén

yo entiendo que, probablemente, esta es la típica bandeja inútil que acabas por no usar para nada, pero no me podéis negar que es hiperpreciosa. es de Jungle House y tiene muchos puntos para ser autorregalo de fin de curso. entre otras cosas, porque me recuerda al verano, claro. 

la estantería de mi vida (ed. 2018)

• el libro que me enganchó: No, mamá, no, de Verity Bargate, trad. de Mireia Bofill.
• el libro con el que no pude: La chica mecánica, de Paolo Bacigalupi, trad. de Manuel de los Reyes.
• el libro que me regalaron (y aún no he leído): Sobre gustos no hay nada escrito, de Veit Heinichen, trad. de Isabel García Adánez. 
• el libro que llevé a la playa: Notas de dirección, de Frank Hauser, trad. de Manu Berástegui.
• el libro que intenté que me gustase: Kallocaína, de Karin Boye, trad. de Carmen Montes.
• el libro del que tengo más de un ejemplar: La princesa prometida, de William Goldman, trad. de Celia Filipetto.
• el libro que me salvó la vida: Pura Vita, de Andrea de Carlo.
• el libro que presté... (¿me lo devuelves?): The Design of Everyday Things, de Don Norman. 
• el libro con el que me duermo por las noches: El entusiasmo, de Remedios Zafra. 
• el libro que me pareció un sombrero: ¿...?
• el libro que desesperadamente intento escribir: Irmina, de barbara Yelin.
• todos los libros que cambiaron mi vida: TODOS.

¡feliz Día del Libro!

os deseo un fin de semana tranquilo

¿qué tal se presenta el fin de semana? yo tengo uno agitadillo. estos dos meses (abril y mayo) van a ser de órdago. muchos planes laborales chulos, pero muchos muchos, lo cual no da para estar tumbada. no, no me estoy quejando. pero, ay, si se pudiese tener todo. 

en fin, sea como sea el vuestro, espero que disfrutéis del fin de semana.

xo

p.s. se me había olvidado… si estáis por Madrid, podéis pasar esta tarde a las 20:00 a verme (como parte de la Noche de los Libros) en la librería La Lumbre, donde presento a un grupo de alumnos de Traducción leyendo a traductores de ficción. ¿venís?

(foto de Mario del Castillo para los grandes de perros, gatos y retratos).

New York, New York

si no puedes ir a Nueva York, que Nueva York venga a ti, ¿no? 

aunque sea en forma de preciosa falda. así, como idea.

deja el teléfono

pasamos horas pegados al móvil. horas. tener un móvil nos hace complicado ser capaces de estar sentados en una habitación con la única compañía de nuestros pensamientos, reflexionando sobre el pasado o el futuro, dándonos tiempo para sentir dolor, deseo o ilusión. a veces, el móvil lo convierte todo en envidia: «¿por qué yo no tengo el cuerpo, el novio, el pelo, la casa, la vida que...?». ni siquiera somos capaces de pensar en todo lo que sí tenemos. porque mirando la pantalla nos olvidamos de mirar alrededor.

conscientes de todo esto, los sabios de The School of Life han ideado este librito, que cabe en la palma de la mano, en el que nos dan lectura para dejar de lado el móvil, nos enseñan algunas imágenes que existían ya antes de Instagram, nos proponen ejercicios de meditación y, en esencia, nos ilustran sobre los riesgos de adicción que todos llevamos en el bolso. 

quizá no haga falta comprar el librito para pararnos a pensar en lo que el móvil hace a veces con nuestras relaciones sociales. no ser capaz de desayunar sin mirarlo, de ir por la calle sonriendo a la gente en vez de a una pantalla, mirar las caras de los niños o disfrutar de unos calamares a la romana sin tener que pensar en lo poco fotogénicos que son para enseñarlos con ese «aquí, sufriendo» que da tanta pena a veces. 

yo tengo ya demasiados propósitos que cumplir este año (¿no os he contado el último?), pero un día de estos, añado este. 

os deseo un fin de semana curioso

¿planes para el fin de semana?

por estos lares, tenemos cero planes. vuelven los viajes a Madrid y hay muchas cosas que terminar.

¡ay, cuándo llegará el verano!

en fin, sea lo que sea lo que tengáis planeado para el fin de semana, espero que lo disfrutéis.

xo

(foto).

ganas de verano

y de llevar vestidos como este (aunque seguramente no será mi tipo para nada…, pero ¿qué sería la vida sin riesgos?).

abril

así pinta abril de 2018:

en la mesilla, risas.
en la cama, sábanas de hilo y una colcha.
en la cocina, música.
en el pelo, rojo.
en la taza, matcha y limón.
en la mente, Lisboa.
entre manos, la Noche de los Libros.
en la nuca, otra vez Opium.
bajo la chaqueta, blusas.
en la calle, paseos por el parque.
en la mochila, paciencia.
en todas partes, primavera.

(foto de Garance Doré).