el pasado otoño, la revista Elle Decor anunciaba el reinado del rosa en casa para el invierno. como ya os he contado, estoy en una fase superrosa, lo que solo puede querer decir que estoy muy de moda. en cualquier caso, la lamparita que luce en mi cuarto no es nada en comparación con el sofá que adorna ahora mi salita (en la foto; perdóneseme el desorden reinante), haciéndola mucho más cómoda. es indudablemente rosa. mucho. pero ¿apaga esto mi sed del color? NO (estoy fatal…). así que he decidido añadir a mi lista de deseos (a la que vuelvo una y otra vez) la preciosísima lámpara Cindy Pink de Kartell.
hela aquí:
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lo sé, es probablemente demasiado. aunque no prometo en absoluto resistir la tentación… ya sabéis lo que decía Oscar Wilde.
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