esto es algo que, probablemente, cuando puedas leer, te parezca una tontería. pero, a lo mejor, algún día lo entiendes.
el día que naciste, para mí, en Buenos Aires, era aún el día anterior y yo estaba cenando con gente que entonces era conocida y, quizá, se hizo muy famosa en el futuro o quizá fue olvidada. el tipo de gente con el que yo solía juntarme, diría tu abuelo: intelectuales, bohemios. estos eran escritores. no importa. yo aún no sabía que habías llegado.
al día siguiente, 4 de septiembre ya en Argentina, amaneció nublado y triste, con garúa, tanguero.
las mañanas no son lo mío. estaba toda somnolienta cuando abrí el correo electrónico y vi el mensaje de tu papá diciéndome que habías nacido. creo que no fui consciente de lo que significaba hasta tres horas más tarde (cuando empecé a escribir esto).
hablé con tu abuela y, dormida como estaba, creo que ni siquiera fui muy agradable con ella. hablamos de ti, aún sabíamos tan poco.
en contra de las costumbres de tus papás, yo disfrutaba de una activa vida 2.0 y no pude evitar escribir a medio mundo diciendo que estabas aquí y que eras la cosita más pequeña y linda del universo. puse tu primera foto (la primera que yo tenía) como fondo de pantalla en el móvil. necesitaba irme acostumbrando a tu presencia. a ver tu cara. a saber que eras algo mío. MÍO.
bajé a almorzar al café de la esquina, enfrente de donde estaba viviendo. pedí un sándwich tostado de jamón y queso, y un café con leche, y me puse a leer un libro sobre traducción. y, en un momento, mirando por la ventana un paisaje ya familiar y que añoraría pronto, viendo el aire gris, los árboles desnudos, la palmera de la esquina, los colectivos pasar, la gente, de pronto me pareció importante escribir cómo fue para mí el día que llegaste.
decirte, de alguna forma, lo contenta que estoy de que estés aquí, los miles de libros y cuentos y juegos y juguetes que he compartido contigo ya en mi mente. lo mucho que en estos momentos querría olerte, oírte, besarte. miro tu foto en el móvil y aún no lo creo. eres chiquito, muy serio y mío. de una forma lejana, etérea y absolutamente irreal, pero mío.
me emociono lo que escribiste. felicitaciones. cuanto talento y corazon junto. seras la mejor tia del mundo.
ResponderEliminarPreciosas palabras!!Enhorabuena!!
ResponderEliminarMuy emocionante, Itziar... me has puesto un nudo en la garganta. Ya mismo podrás achucharlo y cogerlo en tus brazos. Y cuando aprenda a leer, le pondrás el nundo en la garganta a él... :)
ResponderEliminarOhhh, qué bonito y tierno! Felicidades :)
ResponderEliminarTremendamente dulce y tierno.
ResponderEliminar<3
Qué bonitas palabras, preciosas. Enhorabuena ♥
ResponderEliminar