un lugar para viajar al pasado, disfrutando de olores y sabores exóticos y maravillosos.
El gato negro, llamado así en recuerdo del café de la calle de Alcalá famoso por la tertulia de
Jacinto Benavente, es una hermosa cafetería, en la que un delicioso té, un
alfajor de maizena y la gran compañía, después de un día de turismo y paseo, formaron un momento que, como dice
Klaurock, la última vez que comprobé se llamaba felicidad.
¡cómo voy a echar de menos esta ciudad!
(imágenes encontradas
aquí,
aquí y
aquí).
Ayyyy q envidiaaaaa!
ResponderEliminar¡Dios mío! Ése sitio existe?? Yo quiero ir... Envidia cochina que te tengo ahora mismo!
ResponderEliminarPor cierto, gracias por la postal! La vi cuando llegué a Holanda ya. Como lo del intercambio, que ya me he encargado de publicarlo :) Más vale tarde que nunca, no?
Un besito!
Hermoso este lugar! un poco de ensueño, un poco en el tiempo, muy bello!
ResponderEliminarBesos
Olor a canela, te de vainilla y bachata como souvenir: ♥ puro.
ResponderEliminar¡¡Qué lugarrrr!!!
ResponderEliminar¿y los camareros son verdaderos prfesionales? porque ultimamente hay cada uno de ellos que si le pides una caña parece que lo estás condenando a cadena perpetua.
Uff
ResponderEliminarMaja
woww, un lugar precioso!! bss :)
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