planes para un otoño épico

cuando nosotros empezábamos la primavera, María me envió desde Buenos Aires su plan preferido para el otoño:

una «sinfonía en rojo» para la casa, pintando algunos objetos en ese color, y me contaba que ella ya tenía una mesa (pequeña) casi lista, pero que tenía ganas de acompañarla con algunas cosas más.

con esas manos que tiene, ¡seguro que lo hizo! y no me digáis que no dan ganas de hacerlo también en este hemisferio, ahora que nos ha llegado el otoño…

fuera de programación…

porque ayer volví a verle y todos, todos, todos deberíais hacer lo mismo… 

(ir a verle repetidas veces, aclaro).

Asier Etxeandia y sus chicos son mucho.
y la vida es mejor bailando con ellos.

parisina de corazón

escribe cartas que nunca enviará.
gasta una fortuna en ropa interior que nadie más que ella va a ver.
se enamora de tres hombres en la misma semana con igual intensidad.
cancela reuniones de trabajo para esperar una llamada que quizá nunca llegue.
sueña toda una vida con alguien que ni siquiera sabe que ella existe.

ese es el secreto de la parisina.

según esta lista del libro How to be Parisian Wherever You Are, creo que me puedo contar entre las parisinas que viven "en las afueras" :o) ¿sueno a loca rematada o solo a locuela inofensiva? yo misma tengo mis dudas al respecto…

(en la foto, Romy Schneider, parisina de adopción).

planes para un otoño épico

mañana empieza el otoño. y, por supuesto, tenemos planes: muchos. para empezar, uno que guardo desde la primavera pasada cuando María empezaba su otoño en el Hemisferio Sur.

pero hoy solo vengo a contaros que, por fin, ¡aprendí a hacer cabrillas! y, sí, soy feliz.

¡feliz otoño a todos, chicocos!
xo

(foto).

leer, calor en el corazón

los libros del comisario Ricciardi, de Maurizio de Giovanni.

música para escuchar mientras seguís leyendo esta entrada:

Luigi Alfredo Ricciardi es comisario en la Nápoles en los años 30. un personaje con un secreto que le causa un terrible dolor: el Asunto. Luigi Alfredo Ricciardi ve a los fallecidos por muerte violenta y puede oír su último pensamiento. y eso le causa una honda pena, que le impide relacionarse con los vivos. bueno, con la mayoría. puede contar con Maione, su fiel sargento, su hombre de confianza, su amigo. también tiene al doctor Modo, que sabe de la muerte casi tanto como él y tiene la misma vocación de ayuda. son un equipo curioso, dedicado, entrañable.

pero eso no os dice, en realidad, nada; porque lo mejor de Ricciardi, Maione y Modo es que son como amigos, que te acompañan casi más que tú a ellos a lo largo de las páginas, que son de carne y hueso, y acabas sufriendo con ellos, alegrándote con ellos, enamorándote con ellos, llorando con ellos… y deseando disfrutar de una de las sabrosas sfogliatelle que Ricciardi almuerza en el bar cerca de de la comisaría.

y, para terminar, os diré que sus libros (que, de momento, se corresponden con las estaciones del año) están traducidos por la maravillosa Celia Filipetto, una traductora maravillosa y genial.

¿qué más puedo decir para que comencéis a leerlos? vosotros pedid, que soy capaz de buscar razones, ¿eh?

(foto de Robert Doisneau).

yo soy astral

creo que ya os he contado alguna vez que me encanta leer el horóscopo. y, si no, lo hago ahora, ¡hala!

pues sí, crea o no crea (ahí dejo la duda, que parezco gallega…), me parece maravilloso que me digan cosas como:

cuando Marte entra en Escorpio, exalta al máximo sus características: la primera es la fuerza del deseo, con un potenciamiento clamoroso de la energía. pertenece a los enamorados encendidos de pasión, a los deportistas que se lanzan a empresas arriesgadas, a quien cree en una idea tan intensamente que es capaz de desafiar al mundo entero. Marte valiente, fascinante, a veces, incluso un poco peligroso. (Marco Pesatori para Vogue Italia, septiembre).

pues, bueno, mi horóscopo favorito este año es el de la foto (pínchese en ella para verlo), que me dice cosas como que me pinte las uñas del color que las llevo:

pero no están nada mal tampoco los semanales de Miastral. ¡va! venga, aunque no creáis en ello, dadle una oportunidad. puede ser muy divertido…

(imagen).

otro mundo

¿conocéis este sitio? no, yo tampoco. y eso que suena maravilloso y está, ahí, a la vuelta de la esquina. y yo sin haber tenido vacaciones aún… {suspiro}
igual voy a tener que probar, ¿no?

[no, chicocos, no. lamentablemente, aún no sé cuándo serán mis vacaciones y no tengo planes de visitar este sitio en breve. pero, que conste, no son falta de ganas. por si os cabía alguna duda…].

(imágenes de su web).

encuestando que es gerundio

chicocos, ¿están interesados en una cuarta edición del famoso intercambio de libros de la casa este año?

¿sí? ¿no? ¿de dónde venimos? ¿adónde vamos? ¿es supermán?

respuestas en los comentarios, por favor, o enviando un correo a la dirección de siempre.
xo

(imagen).

bagaje emocional

todo el mundo lo tiene. lo suyo es llevarlo con elegancia. todos tenemos nuestros traumas, únicos, obstinados e interesantes a su manera: alguien nos humilló hace mucho tiempo; veíamos a nuestros padres discutir con amargura; sufrimos un miedo infantil a la pobreza o, quizá, se burlaban de nosotros por ser demasiado cursis; nos planteábamos nuestro valor comparándonos con nuestros hermanos más listos, más guapos, más todo; nuestra primera opción profesional acabó en auténtico desastre; nuestra tendencia a la independencia obsesiva hace muy difícil a todo el mundo convivir con nosotros; nuestra vena rebelde era muy mona a los dieciséis, pero se ha convertido en un obstáculo para la convivencia pacífica…

es imposible vivir sin alguna carga de este tipo. pero hay una gran diferencia en hacerlo si sabemos reconocerlas y las entendemos. cuando no lo hacemos, tendemos a ponernos a la defensiva y amargarnos. decimos que nuestra autoestima es perfecta, que son los demás los que tienen un problema con la suya. insistimos en que no somos envidiosos: es que los demás son unos avariciosos. no somos rebeldes: es el mundo, que es demasiado conformista. y, por supuestísimo, no es difícil vivir con nosotros: es que nuestras parejas son patéticas.

eso es bagaje emocional mal llevado. pero quizá podamos aprender a manejar mejor esas cargas que arrastramos, a descifrarlas, a ponerlas en contexto y a informar a los demás de su existencia a tiempo (cuando aún nos queda algo de calma).

este texto no es mío: es la presentación de la divina bolsa de The School of Life, que celebra uno de los proyectos más glamurosos en los que podemos embarcarnos: aprender a llevar nuestro bagaje emocional de la mejor forma posible.

yo ya tengo la mía. vosotros podéis comprar una aquí). bueno, si queréis, claro.

10 cosas que trato de recordar

1. no exigir demasiado.
2. no dar demasiado.
3. incluir al otro.
4. vivir con la tristeza.
5. obedecer al deseo.
6. expresar los afectos.
7. no buscar ideales.
8. invertir en alegría.
9. no puedes quitarle a alguien sus defensas sin darle algo a cambio.
10. la indiferencia es un paso.

en línea con asumir nuestros traumas y los buenos propósitos de enero chiquito, ahí os queda eso.

(imagen).

satisfacción personal

un hito más en mi historia :o) hoy podéis leerme en El Viajero.

enero chiquito

que digo yo que ya os habréis dado cuenta de que sigo tan ocupada que me ha faltado el tiempo para actualizar el blog. en fin, que yo lo intento, pero no llego a todo…

visto que septiembre es el mes de la vuelta al cole y el comienzo de mi nueva vuelta al sol, digamos que voy a pasar revista a mis propósitos (mi propósito, en realidad) y, quizás (o seguro :o), hacer alguno nuevo.

el caso es que, sí, cumplí mi propósito. saqué cosas para dejar sitio a alguna nueva, pero resultó que la gran víctima fue este blog, y no sé si me gusta demasiado…

así que, vista mi tendencia de pisar todos los charcos, voy a intentar volver, aunque sea solo un poquito.

¡ah! y, además, he decidido aumentar mi ingesta (¡qué cursi soy!) de superalimentos, a saber: salmón salvaje, aceite de oliva, verduras verdes, fresas y frutos rojos, lácteos naturales y orgánicos, avena en copos, plantas aromáticas y especias, té verde, agua mineral y pequeñas dosis de cacao puro. sobre todo, lo del cacao puro, me da que no me va a costar.

pues eso, que a ver cuánto me dura, pero espero veros un poquito más por aquí.

esta vez, de verdad.
xo

(foto de pennyweight).